Teotihuacán

El lugar donde los hombres se convirtieron en Dioses

La enigmática Teotihuacán, situada en el valle de México, es una de las ciudades antiguas más asombrosas del mundo. Fundada alrededor del año 100 a.C., esta ciudad prehispánica alcanzó su apogeo entre los siglos IV y VII d.C., y llegó a albergar a más de 100,000 habitantes. Aunque no conocemos cuál era su nombre original, los mexicas llamaron a la ciudad Teotihuacán, que en náhuatl significa “lugar donde los hombres se convierten en dioses”, que refleja su importancia y misterio en la historia de Mesoamérica.

Teotihuacán es conocida por su impresionante urbanismo y arquitectura monumental. Sus dos estructuras más emblemáticas son las Pirámides del Sol y de la Luna. La Pirámide del Sol, la tercera más grande del mundo, se erige majestuosamente con una altura de 65 metros. Construida alrededor del año 200 d.C., se cree que su finalidad era tanto ceremonial como astronómica.

La Pirámide de la Luna, aunque más pequeña, es igualmente impresionante. Esta estructura es el pináculo de la Calzada de los Muertos, una avenida de casi 2 kilómetros de longitud que conecta varios complejos ceremoniales y residenciales, que demuestra la avanzada planificación urbana de los teotihuacanos.

El Templo de Quetzalcóatl, también conocido como la Pirámide de la Serpiente Emplumada, destaca por sus elaboradas esculturas y relieves que representan al mítico Quetzalcóatl, dios de los vientos y la lluvia, creador del mundo y de la humanidad. Este templo, con su compleja iconografía y simbolismo, ofrece valiosas pistas sobre la religión y la cosmovisión de los antiguos habitantes de la ciudad.

Teotihuacán no solo fue un centro ceremonial y urbano, sino también un importante núcleo comercial. Su influencia se extendió a gran parte de Mesoamérica, estableciendo redes de comercio que llegaban hasta regiones tan lejanas como  actual Guatemala. Los teotihuacanos comerciaban productos como la obsidiana, la cerámica y los textiles, contribuyendo al intercambio cultural y económico de la región.

Teotihuacán fascina tanto por su historia como por su arquitectura monumental. Visitar esta antigua ciudad ofrece una nueva perspectiva y una mayor comprensión de la grandeza de las civilizaciones prehispánicas, y, sin duda, una experiencia que conecta el presente con el pasado, que nos permite sentir la magia y el misterio de una de las culturas más influyentes de Mesoamérica.

Descubre Teotihuacán en globo

Una experiencia inolvidable que puedes vivir en Teotihuacán es sobrevolarla en globo aerostático, que brinda una perspectiva única de la ciudad y permite apreciar la magnitud y la simetría de sus estructuras desde el aire.

Los paseos en globo suelen comenzar al amanecer, cuando el clima es más propicio y el sol naciente ilumina suavemente la antigua ciudad. Desde el globo, se puede observar cómo las Pirámides del Sol y la Luna se alinean perfectamente con la Calzada de los Muertos, revelando la precisión con la que fueron construidas.

Además de la impresionante vista aérea, los pasajeros disfrutan de la tranquilidad y el silencio del vuelo en una experiencia que combina la emoción de volar con la serenidad de contemplar una de las grandes maravillas del México antiguo.