Del juicio de París al tren del vino por la fiebre del oro: Enoturismo en el valle de Napa

Un viaje inolvidable al corazón de la cultura vinícola estadounidense

El 27 de septiembre se celebra el día mundial del turismo y este 2024 se conmemora con una reflexión en torno a la conexión entre sustentabilidad y la conservación del patrimonio histórico-cultural, las tradiciones y legados. La conferencia global de turismo enológico es el espacio a través del cual industria vinícola comparte historias y genera nuevas experiencias de inmersión en torno al vino.

Mi primer encuentro enoturístico con Napa sucedió sin planearlo, cuando realicé un campamento intensivo durante los meses de la cosecha en los viñedos. Fue la combinación perfecta entre turismo y aprendizaje. Este curso incluía prácticas activas en el viñedo y en las bodegas, además de varias catas con propietarios y enólogos. La lección más importante fue comprender que para conectar con una región vinícola es necesario comenzar por las personas y su comunidad, escuchar sus anécdotas, historias e intenciones detrás de cada proyecto.  El Smart Wine Tourism fortalece los lazos comunitarios, acerca a las personas y consolida la economía local a la vez que desarrolla la creatividad de los profesionales de la industria para presentar el vino desde otra faceta, que cuenta las historias de las bodegas junto con las tradiciones y sabores de la región. Todo esto, además, en un marco de sustentabilidad y conservación del medio ambiente y su comunidad. Napa es una de las capitales mundiales del turismo enológico por su excelencia aunada a actividades que nos transportan a épocas pasadas, tal es el caso del célebre Juicio de París, un momento histórico para los vinos de California que ocurrió en 1976 con la insólita cata en un famoso hotel de París organizada por Steven Spurrier y en la que se vieron tête à tête vinos de California y Burdeos, de la que los primeros salieron victoriosos. Este polémico resultado puso los ojos del mundo en este valle, que hoy sigue siendo el motor turístico de la región, invitando a los turistas a probar los Cabernet Sauvignon y Chardonnay que triunfaron aquel día de 1976 y que hoy son sinónimo de una gran variedad de los estilos que ofrece la costa norte de California. ¿Pueden imaginar una recreación de esta cata histórica? Los amantes del vino y del enoturismo pueden revivirla visitando las dos bodegas de los vinos ganadores, Stag’s Leap Wine Cellars y Chateau Montelena Winery, que ofrecen hospitalidad sin paralelo, la oportunidad de conocer sus icónicos vinos, además de extraordinarias vistas a los viñedos, experiencias gastronómicas de alto nivel y catas comparativas de estas etiquetas.

Otra gran atracción turística es el Napa Valley Wine Train, que recorre 36 millas desde Napa hasta Santa Helena, incluyendo varias paradas en bodegas para catar vinos, vistas espectaculares y lo último en tendencia gastronómica. Pero más allá, ofrece al visitante un viaje a la era de oro de los viajes en tren y una experiencia basada en el legado familiar de los pioneros que llegaron a esta zona durante la fiebre del oro y que han estado creando historia vitivinícola por más de 200 años. El recorrido para en la bodega más antigua de la zona, fundada en 1861 por un pionero viticultor alemán llamado Charles Krug, y que fue la primera bodega comercial en Santa Helena y la primera en ofrecer degustaciones al público. Es además un ejemplo de las casas vinícolas que sobrevivieron otra etapa histórica con gran impacto en la zona que fue la Prohibición o Ley Seca y un pilar del renacer del valle después de la Gran Depresión.

Así como yo descubrí estas historias en mi primer viaje a Napa, te aseguro que para ti también será fascinante aprender sobre el pasado y presente de la escena del vino en Estados Unidos.

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