Crioterapia Estética

Una herramienta única para conservar la juventud, la salud y la belleza

La crioterapia estética es el uso de la exposición controlada al frío para reforzar los resultados de un tratamiento de belleza. Entre sus beneficios están activar el metabolismo y la circulación y rejuvenecer la piel, así como sus efectos antiinflamatorios y vasoconstrictores.

 El empleo del frío en estética no es nuevo. Los baños en agua helada para reafirmar la piel se utilizan desde el antiguo Egipto. Hoy en día, las modernas cabinas de crioterapia permiten alcanzar temperaturas más bajas de forma más segura y sin las contradicciones y efectos de los baños de agua, ya que el tiempo de recuperación de temperatura es mucho menor.  

Uno de los tratamientos más populares es la crioterapia facial, que actúa estrechando los vasos sanguíneos del rostro, lo que ayuda a mejorar la circulación, reducir la inflamación, cerrar los poros y eliminar manchas. Una vez aplicado el frío, la piel comienza a oxigenarse y a tonificarse por sí misma, ¡la manera perfecta de dejar tu rostro con una sensación de frescura!

En tratamientos corporales, la crioterapia estética ha demostrado su eficacia en la reducción de la celulitis, la quema de grasa y la eliminación de toxinas de la epidermis. La vasoconstricción (menor flujo sanguíneo) estimula la actividad metabólica, lo que conduce a la quema de calorías y a la reducción de la grasa. Este proceso también aumenta la producción de colágeno en el tejido subcutáneo, lo que mejora la elasticidad y el tono de la piel.  Además, favorece el intercambio celular al activar la circulación sanguínea.

La crioterapia corporal hace posible eliminar entre 200 u 800 calorías, dependiendo del tratamiento y de la constitución de cada persona. La pérdida de calorías no ocurre solamente durante los minutos en los que se aplica el frío, el efecto se prolonga durante las horas siguientes a la aplicación.La crioterapia tiene muy pocos efectos secundarios, sin embargo, siempre es aconsejable que se realice por profesionales cualificados, que someterán a los pacientes a una prueba previa para garantizar que el tratamiento es seguro.