El Salón del Automóvil 2023, un ave fénix o el principio de una nueva era
La historia Salón Internacional del Automóvil (IAA) se remonta a la Alemania de 1897, cuando se celebró su primera edición en Berlín, su capital, y permaneció así por 50 años, luego fue trasladado a la ciudad de Frankfurt del Meno donde se mantuvo por 70 años más, y en años recientes, por decisión de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA) se reubicó a su nueva sede, Múnich.
Hoy en día, el Salón se enfoca en plantear nuevos modelos de negocio y conceptos emergentes, dirigido a reconocer la movilidad urbana como un conjunto de medios y sistemas que ayudan al desplazamiento de los individuos. En 2023 se presentó la segunda edición de IAA MOBILITY, que se concentra en la movilidad individual y familiar con base en la necesidad de cambio hacia modelos más respetuosos con el medio ambiente.
El motor eléctrico como eje central de esta transformación no está exento de polémicas, la nueva visión del futuro generado por baterías también crea discusiones relativas al impacto ambiental y con razones de peso.
Las casas automotrices europeas nos demuestran que están en la batalla, aunque se enfrentan a nuevos competidores con armas muy poderosas, donde la tecnología China irrumpe con fuerza.
Porsche, Mercedes-Benz, Audi, Volkswagen, BMW, Cupra, Renault y Opel son algunas de las marcas europeas presentes en este evento y que junto a marcas estadounidenses de automóviles eléctricos de lujo como Tesla, Lucid y Rimac hacen frente a los nuevos jugadores como la empresa china BYD (Build Your Dreams), originaria de Shenzhen, China, que ha superado en ventas a Volkswagen en el gigante asiático.
BYD presentó Seal U, una versión de SUV 100% eléctrica del sedán U de 4,79 metros y potencia de 218 CV, que ofrece una autonomía de hasta 500 kilómetros. Además, sus unidades funcionan con baterías que no requieren níquel, cobalto o manganeso y son más económicas de producir.
Ante estos retos tecnológicos y comerciales, las industrias automovilísticas europea y estadounidense se encuentran en una posición delicada y deben asumir este contexto como una oportunidad de resurgir hacia el futuro o como el inicio de una nueva era en la que serán jugadores de segundo orden si no apuran la marcha.
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