Uno de los elementos que distinguen a nuestro país ante el mundo son sus artes populares, y entre ellas destacan las creaciones textiles por su belleza y colorido, pero sobre todo por su valor técnico e histórico. En años recientes, estos diseños han llamado la atención de varias firmas internacionales, lo que ha llevado a los diseños tradicionales mexicanos a las grandes pasarelas del mundo. Sin embargo, estas marcas no siempre otorgan el crédito debido a sus auténticas autoras, en su mayoría mujeres artesanas, que han heredado la destreza y el conocimiento por generaciones, y dedican sus vidas a estas expresiones artísticas que hablan de sus costumbres, su vida diaria y su manera de entender el mundo. Por este motivo, hemos decidido dedicar esta edición a honrar a las manos creadoras que con su trabajo contribuyen a la grandeza artística y cultural de México con una muy pequeña muestra del talento de nuestros artesanos.

Tenangos
Se conoce por este nombre a la técnica de bordado originaria de las comunidades otomí-tepehua de los estados de Hidalgo y Puebla. Por sus coloridos y originales diseños, los tenangos se han convertido en una de las artesanías indígenas más populares de México a nivel internacional. Estos bellos bordados plasman la vida de los habitantes de la Sierra de Tenango de Doria a través de imágenes que representan animales, plantas, flores e incluso algunas criaturas fantásticas, que muestran la profunda conexión de los pueblos originarios de México con la Madre Naturaleza. La magia de estos diseños reside en sus brillantes colores, principalmente verde, rojo, naranja, azul y morado, y en la singularidad de cada dibujo, que surge de la imaginación de su autor y es completamente único.

Deshilados de Aguascalientes
El deshilado es una de las tradiciones más representativas del estado de Aguascalientes, un tipo de arte textil similar al bordado que es patrimonio cultural de este estado. La técnica del deshilado llegó a México proveniente del continente europeo durante el virreinato, aunque existen dos versiones, una de ellas que señala su origen en España, mientras que la otra apunta que fueron inmigrantes franceses quienes trajeron esta forma de trabajar textiles. De cualquier manera, el arte del deshilado adquirió una identidad propia al desarrollarse en nuestro país. Cada pieza requiere de un minucioso trabajo a mano, que puede tomar días o semanas en completarse. El deshilado se utiliza para confeccionar desde prendas de ropa, caminos de mesa, mantelería, cortinas, sombrillas, entre muchos otros objetos.

Rebozos de Santa María del Río
El rebozo es una prenda multipropósito que distingue a la indumentaria tradicional mexicana, y consiste en una pieza larga de tela en forma rectangular, que puede estar confeccionada en una variedad de materiales, estilos y diseños. Cada región de México tiene su propia versión de rebozo, aunque de entre todos se distinguen los que elaboran en el municipio de Santa María del Río, San Luis Potosí. Tan finos y livianos que pueden pasar a través de un anillo, estos hermosos rebozos, confeccionados en seda o artisela, se elaboran con la técnica de tejido a mano en telar de cintura y se tiñen con tintes naturales como la cochinilla, el añil, la flor de cempasúchil y el huizache. El proceso de fabricación es elaborado, pero el resultado son hermosas y elegantes piezas que hoy en día son admiradas en todo el mundo.

Sarape de Saltillo
La historia del sarape se remonta a la época prehispánica. De hecho, la palabra sarape proviene del náhuatl “tzaltilmatl” se refiere a una tela tejida y decorada con colores. Aunque el uso y fabricación de sarapes está extendida por todo México y Guatemala, es el Sarape de Saltillo el más famoso y representativo de nuestro país. Estas vistosas prendas se confeccionan a través de un arduo y minucioso proceso, que inicia por mordentar y teñir la lana con tintes naturales. Una vez que los colores están listos, la prenda se teje en un telar de pedales. Los elementos que distinguen al Sarape de Saltillo son su colorido y diseño geométrico, que se caracteriza por estar conformado por una combinación de blanco, amarillo, azul pavo, azul rey, azul turquesa, fucsia, lila, naranja, negro y rojo, y al centro un dibujo en forma de diamante.
Bordados de Amealco Los bordados que realizan las mujeres otomíes de la comunidad de Santiago Mexquititlán, en el municipio de Amealco de Bonfil, Querétaro, se han convertido en un símbolo de esta etnia y reflejan la rica herencia cultural de la región del Bajío. Las artesanas de esta comunidad han preservado y transmitido estas técnicas de generación en generación, manteniendo viva esta tradición artesana, donde sus originales diseños son conocidos por su detallismo y colorido, que suele incluir patrones geométricos y florales que representan la rica herencia cultural de la región. Estas piezas artesanales se elaboran sobre una base de tela de algodón y el hilo que se utiliza para el bordado depende del efecto que la artesana quiera lograr. El hilo de algodón es más resistente y durable, mientras que la lana aporta calidez y textura y la seda confiere un brillo elegante y es ideal para bordar detalles más finos.
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